Hace no mucho nos congratulábamos con
la noticia de que la web de la ULPGC había quedado última en un ranking de accesibilidad. Alegraba la noticia no tanto por la posición de la web (que no era para tanto), sino por el mero hecho de que llegase a los medios generalistas, y también porque la ULPGC se tomó el tema bastante en serio. Parecía que por fin se veía la luz al final del tunel, que las administraciones tomaban nota y que la accesibilidad iba a tener su huequecito en el desarrollo web en estas islas.
Vana ilusión, obviamente, y la ULPGC ha demostrado ser una excepción. Si bien se nota que la accesibilidad ha sido tenida en cuenta en otras páginas relativamente recientes (verbigracia, la ya comentada por aquí
Canarias-Turismo, o la recién presentada de la
Cueva Pintada de Gáldar), también nos hemos topado estos días con dos webs dedicadas a sendos eventos organizados por administraciones canarias, que no es que tengan algún problema de accesibilidad... es que están hechas completamente en Flash... :P
No está de más, pues, recordar las ventajas de una página web desarrollada completamente en Flash:
- pesan mucho más, por lo que su descarga es mucho más lenta.
- no son indexadas por buscadores como Google, ya que no pueden acceder a su contenido.
- su elaboración, mantenimiento y rediseño es mucho más costoso.
- a no ser que se dedique una enorme cantidad de tiempo y recursos, son completamente inaccesibles a personas con discapacidades visuales, y altamente inaccesibles a personas con dificultades motoras.
- no pueden ser consultadas por dispositivos móviles, como PDAs y PSP, cada vez más en boga (pueden llegar a cargarlas, pero al no poder variar el tamaño del texto, son ilegibles).
- no permiten realizar enlaces en profundidad a contenidos concretos (pe, el programa, la sección de prensa, o la ficha de un artista).
Eso, aparte de consideraciones menores como la música o efectos de sonido, que molestan a los muchos que navegan oyendo la música que les apetece, el podcast de turno, o simplemente la radio...
Con lo cual uno no entiende el porqué hay clientes y/o desarrolladores que a estas alturas de la fiesta siguen pensando que una web desarrollada completamente en Flash es
supercool, y que una página dedicada a un evento artístico no es válida si no está completamente cubierta por animaciones y efectos de sonido.
A ver: que no, que Flash es una herramienta, y está muy bien cuando está bien usada. Que sí, que alguna imagen decorativa o efecto en Flash puede quedar muy chula en según que páginas. Pero que no, que cuando alguien visita una página institucional, lo que va buscando es información útil, no animaciones de un mega. Y que sí, que se pueden hacer diseños chulos y
supercool usando capas y estilos en vez de Flash. Y que el cliente, sobre todo cuando es una institución, debería tener muy muy claro que esa página no es para él, que es para sus usuarios. Y que al menos en España, la Ley le obliga a ser accesible.
En fin, parece que aún queda mucho por recorrer, y muchos clientes y desarrolladores que educar (¿que otro profesional se puede permitir ignorar las leyes que afectan a su profesión?). O eso, o que los discapacitados empiecen a denunciar esta situación, como ya ocurrió en las
Olimpiadas de Sidney de 2000 o como está ocurriendo ahora mismo en Estados Unidos, donde habrá que estar atentos a como acaba
la demanda de la NFB (el equivalente a la ONCE española) contra Target.com, por la inaccesibilidad de su tienda on-line.