¿Se acuerdan cuando hace algún tiempo hablaba sobre las
grandes empresas vs. los pequeños desarrolladores? Bien, pues nos estamos acercando peligrosamente al Lado Oscuro... Mi pequeña, joven y dinámica empresa ha atraído la atención de una potente empresa de las islas, y hemos llegado a un acuerdo para comenzar una nueva aventura empresarial juntos. Tenemos una identidad independiente, conservamos el personal, la cartera de clientes, y seguimos realizando el mismo tipo de trabajo, con cierta independencia en el día a día y en el trato directo con los clientes. Hay cambios importantes en nuestra organización interna (¡por primera vez en 10 años tengo un horario!), pero creemos que compensan (¡ya no soy autónomo!). Ya les contaré que tal va la cosa...
Por otro lado (y relacionado con el comentario sobre los pertos del mismo artículo) coincidiendo con este movimiento uno de nuestros clientes preferidos ha empezado a mostrar tendencias dilbertescas en lo referente a su página web. Aunque eso sí que no lo voy a contar, por la cuenta que me trae ;)