Ya tenemos aquí la Gran Revolución (la de este año, es decir) en el universo de la creación web: AJAX.
AJAX consiste, básicamente, en usar un montón de javascript en una página realizada con XHTML y CSS para cambiarla dinámicamente sin necesidad de recargarla en el navegador, conectando con el servidor a través de XMLHttpRequest, usando XML y XLST para el intercambio de información, y DOM para alterar las propiedades de la página, incluyendo los valores de los formularios, y la creación/destrucción/alteración dinámica de capas y contenidos, entre otras cosas.
Es un paso más, y uno de los grandes, en la evolución de la Web hacia una plataforma de aplicaciones, más allá del "simple" intercambio de contenidos al que se limita ahora. El paradigma de esta nueva forma de ver la web es
Google Maps, pero no hay que tirar tan alto para impresionarse con las posibilidades de esta técnica. Por ejemplo, Thomas Baekdal ofrece un sencillo generador de tarjetas de visita en un
comentario sobre la usabilidad de AJAX (no se pierdan este otro artículo sobre
normas básicas de usabilidad de XMLHttpRequest) y otro señor ofrece una interesante manera de reunir los
pedacitos de sí mismo que ha dejado repartidos por la Red (en Flickr, del.icio.us, Amazon...).
Realmente no es que sea algo tremendamente innovador, ya que en el fondo usa tecnologías ya existentes desde hace tiempo, sin embargo, el unir todos los elementos, las impresionante aplicaciones desarrolladas por Google, y ponerle un nombre tan llamativo parece que ha puesto esta técnica de moda, un hecho que por otro lado viene a aumentar mi fe en
mis capacidades predictivas.
No obstante las impresionantes posibilidades que ofrecen estas técnicas (¿cómo?, ¿aún no ha visto
ChicagoCrime.org?), no deja de tener sus problemas:
El primero debe haber saltado a la vista del lector atento en el segundo párrafo: ¿un montón de javascript? ¿No dicen las pautas de la WAI que una página debe funcionar aún con javascript desactivado? Pues eso.
El segundo es aún si cabe más pernicioso: el efecto "skip presentation" que ya hemos sufrido con Java y con Flash, o sea, el sobreuso de Ajax sin más motivo que "es que queda tan chulo"... Así que no se extrañen si en los próximos meses enpiezan a ver
rectangulitos amarillos por todos lados (aivá,
¿cómo se hace eso?).
Otro factor que no debe subestimarse es el de la usabilidad: estas técnicas suponen
de facto un cambio completo de cómo percibimos la web: carga-acción-espera-carga, que además de afectar a "pequeños detalles" como el uso de favoritos o el uso del botón de retroceso del navegador, puede ser bastante confuso para el usuario.
Son problemas sin duda superables, e incluso -obviando el tema del javascript desactivado o no disponible-, Ajax puede mejorar de forma significativa la accesibilidad y usabilidad de una página, pero son problemas importantes que sin duda vamos a empezar sufrir tan pronto aparezcan kits de desarrollo lo suficientemente sencillos como para que los usen las distintas escuelas del Lado Oscuro de la Web (esas que creen que una página 100% Flash es Lo Más).
Ajax va a provocar ríos de bits, y vamos a oir hablar muchísimo de él en los próximos meses. ¿Acabará esta revolución en ciernes como el WAP o las tecnologías
Push? ¿o está aquí para quedarse? Mmmm....
O'Reilly ya ha organizado una conferencia sobre el tema,
Ruby On Rails se lleva muy bien con él, en
stopdesign no parece que les caiga mal... yo diría que se queda. Y que vamos a ver cosas muy impresionantes antes de fin de año.
Unos cuantos enlaces para ir abriendo boca: